jueves, 3 de marzo de 2016

Panorama de la educación en México







Actualmente en nuestro país las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales, están pasando por un colapso sumamente fuerte; esto ha repercutido en intensas problemáticas derivadas en una serie de fenómenos desfavorables para los diversos sectores socioeconómicos de nuestro país. Dentro de dichos fenómenos podemos considerar como, por ejemplo: violencia, corrupción, desestabilidad económica, etc.

 Todas estas reacciones son generadas en gran medida por la falta de educación vivida en nuestro país. Por otro lado, en menor medida la educación también ha impulsado el desarrollo social, económico, productivo, entre muchos otros, gracias a individuos como profesores, estudiantes, educadores, así como especialistas se pueden considerar los principales promotores del desarrollo del país. Una de las principales causas de la existencia de malos  ciudadanos en gran medida es porque no recibieron una buena educación en sus respectivas escuelas; por eso no pueden tener un desarrollo profesional, además está la parte familiar base de la sociedad y por consecuencia existe responsabilidad de la educación de las personas. 

Actualmente la educación en México es ineficiente e ineficaz, debido a los conocimientos impartidos  al individuo,  en las escuelas públicas no los llevan al logro de sus metas profesionales, en muchas ocasiones esto sucede en gran medida por los gobiernos, intentan enseñar lo menos posible a las personas que gobiernan para que estos no pueda revelarse en contra de ellos para poder tener el control sobre muchas situaciones de índole político, social, económico e incluso cultural, pero las personas también tenemos culpa pues en lugar de exigir preferimos callarnos además de conformarnos. Para poder entender la problemática de nuestro contexto educativo es importante conocer las raíces etimológicas de ese enfoque, es decir la palabra educación proviene de latín (educere) que significa “guiar, conducir” o de educare que es “formar, instruir”; se puede considerar como el proceso de socialización formal de los individuos de una entidad social. Cabe mencionar que existen tres clasificaciones de educación: la formal, la no formal y la informal.  La educación formal se refiere a las escuelas, institutos, universidades, internado, mientras que la no formal se enfoca a los cursos, academias, la informal es la que conjunta tanto a la formal como a la no formal pues esta es la educación que se va adquiriendo con el transcurso de los años durante toda nuestra vida por medio de aprendizajes y conocimientos empíricos. 

Contextualizar la situación educativa mexicana a nivel internacional es necesario tomar en cuenta los preceptos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ya que, en los últimos años, se ha convertido en referencia internacional obligada para discutir los logros y los desaciertos de la educación, cuyos informes, además de sus recomendaciones son noticias ampliamente difundidas en México (quien se adhirió a este organismo en 1994). La realidad educativa de acuerdo con las estadísticas de la OCDE ubica en el segundo nivel más bajo en egresados de preparatoria al ser sólo el 39 %, de los mexicanos entre 25 y 34 años, quienes la han concluido. La educación de los jóvenes de 15 a 19 años, sigue siendo preocupante, ya que tiene una de las tasas más bajas de cobertura educativa, pues 45.1 % no asisten a la escuela. De éstos, 62 % tienen empleo y el 38 % restante no estudia ni trabaja. Al analizar estas cifras se debe considerar, ¿Qué hacen con su tiempo libre tantos jóvenes? ¿Será por eso que los fenómenos de la migración y la delincuencia se están desarrollando tan rápidamente? Para tener una mayor agravante entre esta población, su tasa de inscripción sólo alcanza 48.8 %, mientras la media de los miembros del organismo es de 81.5%, lo que ubica al país en el penúltimo lugar de la lista de 30 países, sólo por arriba de Turquía (con 45.2 %). En cuanto al nivel universitario, una proporción importante de estudiantes de este nivel no concluye sus programas educativos satisfactoriamente, pues sólo 61 % de los que ingresan logra terminar sus estudios, cifra inferior al promedio del organismo Universitario.  Es importante considerar que actualmente ha incrementado a nivel nacional la participación de instituciones particulares, pero las colegiaturas son muy altas. 

En el nivel universitario México mantiene uno de los “más grandes déficit” entre el gasto por alumno de primaria y el nivel universitario, pues este último triplica la inversión destinada al gasto por estudiante de enseñanza básica.  En cuanto al salario docente, a pesar de que en el país las percepciones de los maestros son altas, si se comparan con el PIB nacional, se compensa con grupos más grandes y mayor carga de horas de instrucción. Estos resultados no dicen algo nuevo, porque si se revisan estos reportes, desde hace varios años indican que en México la educación no anda nada bien. Es importante tomar conciencia de las condiciones educativas en nuestra nación, ya que este resultado pone en perspectiva por qué se viven todos los fenómenos negativos que son bien sabidos por los mexicanos.



El autor es Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Jefe del Departamento de Desarrollo Institucional de la UFM. alejandro_galvan@filadelfia.mx

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