En cierto modo no todo se
aprende en la escuela; los valores, la ética, la integridad y la confianza
vienen desde nuestra familia. Uno de los asuntos más importantes y menos
atendidos es la preparación para que nos desenvolvamos exitosamente en el
ambiente de trabajo. Muchas personas son excelentes en el desempeño de sus
actividades, pero a veces los listillos les comen el mandado porque conocen
algunas claves muy sencillas para moverse con asertividad y elegancia en la
oficina.
Aquí te ofrecemos una síntesis
de lo que diferentes especialistas recomiendan a las personas que quieren
forjar en los demás una muy buena impresión.
Considera algo central: además
de lo que dices, lo que haces transmite mucha información sobre quién eres.
Expertos en comunicación aseguran que la mayor parte de la comunicación ocurre
de manera no verbal. Esto quiere decir que la sonrisa en tu rostro y la firmeza
con que das la mano cuando dices “Encantado (a) de conocerlo (a)”, comunican
más que las palabras.
Una vez que alguien se forma
una impresión de ti, la tendencia será buscar evidencias que confirmen la
primera opinión, ignorando cualquier mensaje contradictorio. Si lograste una impresión
positiva, las personas se enfocarán en las cosas que respaldan esa impresión
favorable.
Sin embargo, si creaste una
impresión negativa, tendrás que trabajar el doble para eliminar esa situación.
Recuerda que todo lo que haces
crea una impresión:
Expresiones faciales, la
mirada, gestos con las manos, postura, la forma en que peinas tu cabello. la
ropa (inclusive los zapatos) que vistes.
No se debe exagerar, pero una
buena entrada establece en ti confianza y la habilidad para hacer un
determinado trabajo. Lo que más se debe de recordar al crear una presencia es
sentirse confiado y que se tiene algo que ofrecer. Una de las características
de las personas famosas es que esperan, con toda la naturalidad del mundo, a
que las otras respondan positivamente a su presencia. ¡Toma su ejemplo!
Camina con confianza. Cuando
entres a la oficina de alguien, no bajes la cabeza y anticipar una reacción
negativa es el comienzo de una reunión fracasada.
Es importante reflejar energía. Una buena
postura es básica. El lenguaje corporal
es fundamental para apoyar tus palabras o hacer que los demás no les presten
atención. Ya sea que te dirijas a una
persona en forma individual o a un auditorio lleno, mantén siempre el contacto
visual.
Que tus expresiones faciales
sean relajadas y amistosas.
Demuestra confianza en ti mismo moviéndote
únicamente cuando exista un propósito. Mantén tus manos arriba de la cadera. Utiliza
las dos manos y haz gestos con ellas. Mantener las palmas hacia arriba se
considera un gesto positivo. Evita
cruzarte de brazos; da la apariencia de cerrazón.
Dar la mano es una manera
importante de comunicarse. Un saludo firme, amistoso y confiado ayuda a
establecer un tono positivo a tu reunión y provee una oportunidad no verbal de
establecer tu presencia.
Utiliza tu mano completa
cuando saludes. Haz contacto visual; sin esto, un saludo no es completamente
efectivo. Nunca permitas que una reunión comience sin un apretón de manos.
Confía en ti, en tus
capacidades. Y date una ayudadita moviéndote con seguridad en tu ambiente. Así,
cuando debas de enfrentar una situación nueva, conocer a personas que sabes que
son importantes para impulsarte hacia las alturas, el trato amable, cordial y
seguro te saldrá de manera natural.
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